Los que trabajan en la óptica son güena gente

Hoy quería escribir una entrada sobre la serie de animación del Iron Man de los 80-90 que echaban en España con acento panchito y una animación cutre, pero he decidido cambiar de tema. 

¿Que por qué? Pues porque en el partido de rugby que jugamos recientemente mis gafas sufrieron un percance (y no, no las llevaba puestas durante el partido), obligándome a cambiarlas. Decidí ir a una óptica cerca de mi piso, donde me atendieron estupendamente y sin olvidar que ellos son un negocio me ayudaron de una forma que yo entendí bastante sincera. 

Y eso mismo hizo que me acordara de cuando era un crío y tenía que ir bastante a menudo al oculista por la miopía galopante, que me obligaba a cambiar de gafas una vez al año prácticamente. Siempre nos recibían con una sonrisa y un trato amable. Si tenía que arreglar cualquier pequeño desperfecto lo hacían gratis. Si perdías ese pequeño tornillito ellos te lo recambiaban gratis. Incluso después de un montón de años y sin comprobar si has sido cliente suyo o no si hacía falta algo ellos lo hacían. Y gratis. 

¿Se trata de una estrategia de fidelización del cliente? ¿El alto precio de unas lentes (que ya no es tanto) compensa todo lo demás? ¿En la carrera les enseñan a tratar de manera estupenda con la gente?

No lo sé. Lo único que tengo claro es que si la forma en el trato de muchas otras tiendas fuera el mismo iría con bastantes más ganas a comprar. 

Para cerrar hago un poco de publicidad del sitio donde fui hoy: Centro Optico Arabial C.B; Calle Arabial, 128, 18003 Granada; 958 29 34 46 ‎ · centroopticoarabial.es.

Y lo hago porque quiero. 

Ala, ta'lué. Y recordad... ¡Limpiad ese ruck!